viernes, 16 de diciembre de 2016

El Viaje Musical

Comenzó a sonar una canción de la antigüedad, y me transporté al pasado. Ví a Ronella sentada junto a mí en las gradas de su casa. Sus ojos dulces me miraban diciéndome que me quería. Habían varias botellas de cerveza al borde del escalón, había sido una noche sin igual. 


Pero las cosas habían cambiado. Ronella ya no estaba, se la habían llevado lejos hacía años y yo me había quedado sin ella. Mi vida había perdido sentido y no la podía olvidar.
Cuando pasé por la cocina, la vi un poco diferente, era la antigua losa, la antigua estufa. Era realmente igual a la que teníamos antes. 
Cuando pasé por la sala vi a un cachorro de labrador que no reconocí, pero él sí me reconoció. Vino ladrando y de pronto lo reconocí: ¡era el viejo Delfo, mi labrador! ¡era tan pequeño! ¡un cachorro!. ¿Cómo era posible? Se acercó a mi lado y lo acaricié, estaba totalmente confundido. ¿Será este un cachorro de algún perro que se parece al mío? 
Salí a la calle silbando. Ya afuera, comencé a ver carros antiguos. Seguí caminando hacia el parque y los arboles se veían más pequeños, y yo mismo me sentía más joven. No me explicaba lo que estaba pasando. De pronto divisé una chica de espaldas que me parecía familiar. Ella volteó y vi unos ojos dulces que reconocí al instante... Ronella. 
La vida me dio una segunda oportunidad para enmendar mis errores. Y aunque al final tomé las mismas decisiones que me llevaron al mismo peldaño en soledad, con la música de fondo, aprendí a ver la vida desde otra perspectiva. 
La paciencia y la esperanza me llevó al día siguiente, a conocer a la mujer de mi vida. Ronella fue un paso necesario para mi crecimiento, como el oro que se dora en el crisol. 


Cuando terminó la música del recuerdo, me dispuse a ir al parque a encontrar a Dave para hacer el proyecto de ciencia juntos. Recogí mis libros y cuadernos, y me dirigí a la puerta de la casa. 





No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Si tienes algún comentario, me encantaría leerlos y compartirlos con mis lectores